¿Quieres tener la casa más fresca en verano sin tener que utilizar el aire acondicionado?
Pues es posible…
Se trata en definitiva de ver cómo la arquitectura puede ayudar a generar ese confort sin que haya que depender de las máquinas: “Esto es la clave de la arquitectura medioambiental o pasiva, que es una arquitectura más sostenible porque no depender de las máquinas es lo más eficiente.
Por ejemplo, una de esas estrategias pasivas que vale para cualquier localización de la península es la ventilación cruzada: “No recomendaría a nadie comprar una vivienda sin ventilación cruzada. Bien a dos fachadas distintas, bien que sean enfrentadas digamos contrapuestas, bien con fachadas en esquina, bien una fachada exterior y a patio interior, incluso una casa entre patios interiores. Esta estrategia de la ventilación cruzada y más con el cambio climático que cada vez es más caluroso, los periodos estivales duran más y son más calurosos es crucial en toda la península y Baleares
“El segundo aspecto relevante sería contar con un nivel de protección solar para los huecos y los los paños de vidrio, que no se expongan especialmente en las épocas de verano cuando hace más calor directamente, especialmente al sur y al oeste. Por tanto, protecciones solares y la ventilación cruzada me parecen dos aspectos cruciales más importantes incluso que el aislamiento”.
¿No tiene sentido entonces el aislamiento? Sí, “Tiene mucho sentido en un clima muy frío, en climas del norte de Europa que convierten las casas casi en neveras”.
Y, ¿en otras latitudes? “Si pensamos en climas mediterráneos o incluso en el centro de la península, volvemos a hablar de esas protecciones solares. Podríamos hablar de estores por ejemplo de lamas, esas persianas venecianas que son de lamas horizontales muy útiles en orientaciones sur, este y oeste. En vez de lamas horizontales funcionan mucho mejor las lamas verticales. En cualquier caso estos elementos de protección solar conviene que tengan cierto carácter móvil para que se puedan poner o quitar en función de distintas épocas del año”.
También es muy útil trabajar con determinados porches, esos lugares a la sombra que son espacios muy confortables antes de entrar a las viviendas.
Otra cuestión muy relevante sobre todo en estos climas mediterráneos, son las fachadas. “Contar con fachadas pesadas, con un volumen y una masividad muy grande. Pensemos en la casa del pueblo que resulta que en verano se está súper fresquito y en invierno se está más o menos caluroso porque tiene unos muros muy gordos”.